viernes, 30 de septiembre de 2011

UNOS PREMIOS NOBEL... ALGO PARTICULARES


Los premios Nobel, instituidos por Alfred Nobel, se otorgan cada año a personas que efectúan investigaciones y descubrimientos sobresalientes durante el año precedente, y llevan a cabo una contribución notable a la sociedad en el año inmediatamente anterior. Desde la primera gala de estos afamados premios, han recibido galardones gente tan notable como Marie Curie, que recibió dos Nobel, uno por el descubrimiento de la radiactividad, y el otro por el aislamiento del radio; Albert Einstein, que recibió un Nobel de física por su interpretación del efecto fotoeléctrico… y así un largo etcétera.
En resumen, son los premios más prestigiosos y conocidos de la humanidad, y aunque hay otros premios de física, química y medicina, ningún otro como los premios Nobel.
¿Ningún otro?
Pues no, porque la revista Anales de Investigación Improbable (ojo con el nombre), promueve una divertida alternativa a los Nobel.
Estos galardones fueron entregados el pasado jueves en EE.UU en la universidad de Harvard, donde, por ejemplo, un equipo de investigadores de varias universidades se llevó el premio de Medicina por un estudio según el cual, tener muchas ganas de orinar afecta a la capacidad del ser humano para tomar una decisión (claro, porque cuando te estás miccionando (haciendo pipí) sueles pensar en ir al baño, no en como averiguar la 51º cifra de π).
Otro de los premios, el de Fisiología, fue entregado a Ana Wilkinson y Natalie Sebanz por la investigación titulada “No hay evidencia de contagio del bostezo en las tortugas de patas rojas”  y el de Matemáticas fue a parar a unos videntes cuyas predicciones sobre el fin del mundo no se han cumplido.
Pero, algo que realmente hay que destacar es el apartado de “Paz”,  porque, en esta categoría, los premios Nobel han sido entregados  a gente como la Madre Teresa, Martin Luther King o Nelson Mandela… pero en estos premios tan particulares, ha sido entregado a Arturas Zuokas, alcalde de Vilna (Lituania), por demostrar (nada más y nada menos) que el problema de los coches mal aparcados tiene solución: aplastarlos con un tanque.

sábado, 24 de septiembre de 2011

UNA EXCÉNTRICA Y MODERNA CENICIENTA



Érase una vez una hermosa joven llamada Cenicienta, a quien su cruel madrastra y sus dos hermanastras obligaban a ocuparse de las labores más duras del palacio. Sucedió que el príncipe iba a dar un gran baile al que Cenicienta tenía muchísimas ganas de ir, aunque, para su desgracia, no podía. Pero he aquí que se le apareció su hada madrina y le hizo una carroza con caballos, cochero, y seis elegantes lacayos y después tocó a Cenicienta con su varita mágica y sus harapos se convirtieron en vestidos y sus alpargatas en preciosos zapatitos de cristal. Pero le advirtió que, a medianoche, todo volvería a su realidad. Cuando llegó a la fiesta el Príncipe no se apartó de ella ni un solo instante. Pero la pobre Cenicienta, tan feliz con su Príncipe, casi olvida que a las doce terminaba el hechizo y cuando oyó la primera campanada de las doce, echó a correr y, con las prisas, perdió uno de sus zapatos de cristal...

Y vivieron felices y comieron perdices. Y ya está. La cenicienta no pensó: ¡oh no! ¡Eran mis zapatos favoritos con adornos de cristal de Swarovski y perlas de cautividad con forro interior de piel, suela de cuero y tacón de 8.5 cm! ¡Tengo que volver y recogerlos!

Pues, aunque parezca mentira, según revela un cable diplomático estadounidense publicado por Wikileaks, la ministra principal del estado indio de Uttar Pradesh, Mayawati, envió un jet privado vacío a la ciudad de Bombay para que recogiese un par de sandalias que según declaró “eran sus favoritas”.

Pero, si esta petición parece poco, lo alucinante fueron las que le siguieron, como erigir hasta cuatro estatuas de ella misma, tener nueve cocineros a su servicio, personas que prueban su comida por si está envenenada…

Vamos,  con lo fácil que habría sido todo si hubiera dejado el zapato en las escaleras…